martes, 29 de enero de 2013

¿Aún entrenas sin pulsómetro?

El pulsómetro es una herramienta cada vez más usada al momento de entrenar. Si  aun no empleas este aparato como compañero de tu actividad, te vamos a dar algunas razones para que te decidas a hacerte con uno.

- Permite controlar la intensidad de tu entrenamiento y saber si tu trabajo requiere un poco más de esfuerzo o por el contrario, es demasiado intenso para tu cuerpo y necesitas bajar tu rimo para lograr un entrenamiento seguro y sostenible en el tiempo.

- La mayoría de los pulsómetros actuales muestran las calorías quemadas con mayor precisión que las máquinas cardiovasculares del gimnasio, pues tienen en cuenta la intensidad de entrenamiento, así como tus características personales, tales como sexo, altura, edad y peso.

- Su uso puede ofrecer motivación extra al mostrarte cada día cómo vas mejorando en tu entreno, así como los progresos en términos de calorías quemadas u otros datos.

- Te ofrecen información al instante, con sólo echar un vistazo a la pantalla, de manera que puede ser una herramienta para regular el esfuerzo en tiempo real.

- Favorece el logro de los objetivos planteados al ayudarnos a entrenar a la intensidad correcta según nuestros propósitos, pues podemos saber si estamos esforzándonos lo suficiente para entrar en la zona de quemar grasa si éste es nuestro objetivo, o si por el contrario, estamos usando como combustible energético otro sustrato y no las grasas.

- Permite individualizar el entrenamiento en clases colectivas donde todos no podemos alcanzar el mismo nivel para alcanzar buenos resultados. Por ejemplo, el pulsómetro puede ser muy útil en clases de spinning, en clases de aeróbic o en sesiones de baile.

Como podemos ver, el pulsómetro puede ser de gran ayuda al momento de entrenar, sobre todo porque nos ofrece la posibilidad de lograr un esfuerzo efectivo, acorde a nuestros objetivos y a nuestras posibilidades y por lo tanto, también nos permite alcanzar un entrenamiento más seguro, sin riesgos.


Aunque es cierto que no todas las actividades pueden necesitar un pulsómetro, pues aunque en ejercicios de musculación no sirve de mucho, en actividades de resistencia este aparato es de mucha utilidad.

(Información extractada de Vitónica.com).


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miércoles, 16 de enero de 2013

La importancia del calentamiento.

  El calentamiento debe ser una parte de la sesión no tomada como mero tránsito hacia la parte principal de la misma, sino como algo que nos beneficia, no sólo por su poder para prevenir lesiones sino como una rutina que puede hacer que se activen los diferentes sistemas funcionales y motores que utilizarán en la posterior actividad.

  El calentamiento es esencial dentro de cada sesión y si éste se elimina, aumenta la probabilidad de un traumatismo muscular en el entrenamiento y en la competición además de ser peligroso para el corazón, ya que éste hace que el flujo coronario se active y se adapte a un esfuerzo, y si no realizamos dicho calentamiento y comenzamos directamente con un ejercicio intenso puede ser perjudicial provocando incluso en deportistas bien preparados una isquemia del miocardio.

ejemplo:
  Si realizamos una carrera de 10 segundos a máxima intensidad en un tapiz rodante sin calentar produce en el 68% de los casos una alteración en el electrocardiograma. Y en cambio si realizamos una simple tarea de carrera continua durante 2 minutos no se observaran alteraciones en el electrocardiograma al realizar la carrera de 10 segundos a máxima intensidad. (Barnard y Cols., 1973)

  Siempre hay que tener presente el tiempo de recuperación,  ya que no podemos realizar el calentamiento previo y comenzar la actividad justo después de terminar dicho calentamiento, ya que se necesita un tiempo de descanso entre éste y el esfuerzo posterior (ya sea entrenamiento o competición) para que se realice la resíntesis de los sustratos gastados durante el calentamiento y al mismo tiempo mantener el elevado nivel de la actividad de los procesos oxidativos. Este intervalo de descanso oscila entre 5-10 y 45-60 minutos, dependiendo de la especialidad deportiva, de las características del deportista o de su nivel. Además hay que tener en cuenta los ejercicios para dicho calentamiento organizándolos con una progresión comenzando por los menos exigentes y de menor intensidad.

 La especial importancia del calentamiento consiste en la activación del sistema energético aeróbico,  lo que permite al deportista lograr con mayor rapidez un alto nivel de metabolismo aeróbico.

  La duración del calentamiento para asegurar el mismo debe de ser de unos 20 minutos como regla general, pudiendo oscilar 5-10 minutos dependiendo de las cualidades de cada deportista.

  El calentamiento se puede dividir en una parte general en donde se realizarán tareas de potencia moderada y carácter global en donde participará la mayor parte del aparato muscular para asegurar la activación del sistema nervioso central, aparato respiratorio, motor o circulatorio, etc. y una parte especial llamada también “puesta a punto”, en donde los ejercicios utilizados son tanto globales como parciales o incluso locales, dependiendo de la especialidad deportiva que se practique.

  Hay que recordar siempre realizar estiramientos de los ligamentos y músculos. Ello no sólo asegura la amplitud del movimiento, sino que es muy eficaz para prevenir lesiones o traumatismos, pero hay que tener presente que los ejercicios de estiramientos de gran amplitud solo se podrán realizar después del calentamiento.

  Para concluir, recordad que el calentamiento no se debe tomar como un trámite antes de la parte principal de la sesión, ya que la capacidad de trabajo de los deportistas y su eficacia en la consecución de objetivos competitivos va a depender en gran medida de haber realizado previamente un buen calentamiento previo.

(artículo extractado de artículo escrito por Héctor Tarrío, y publicado en "enbuenaforma.org”)



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miércoles, 9 de enero de 2013

Consejos para retomar nuestros entrenamientos tras las vacaciones.


  Tras las vacaciones de Navidad, nos planteamos el regreso a la vida cotidiana. Retomar el trabajo o los estudios y volver a la rutina diaria es lo que la mayoría de nosotros hacemos en esta época del año. El regreso a la actividad deportiva es otro de los muchos retos que tenemos frente a nosotros después de haber estado unas cuantas semanas sin practicar deporte. Esto es para muchos una situación un tanto estresante, y por ello queremos en este post detenernos en la manera de hacerlo para que sea efectivo y satisfactorio para todos.

  Después de unas cuantas semanas sin acudir al gimnasio y sin practicar apenas deporte a casi todos nos da mucha pereza regresar de nuevo a la actividad deportiva. Es comprensible que volver a activar la maquinaria de nuestro cuerpo para retomar la actividad donde la dejamos antes de irnos es todo un dilema para muchos que lo que hace es alargar el tiempo de regreso. Para evitar prolongar la vuelta al gimnasio lo que debemos tener en cuenta son algunos trucos que nos ayudarán a afrontar mejor este aspecto.

  En primer lugar debemos tener presente que nunca hay que reanudar la actividad deportiva de la misma manera que cuando nos fuimos. Hay que entender que hemos estado un tiempo sin realizar apenas actividad física, por lo que el organismo no se encuentra igual que cuando nos fuimos. Nuestros músculos están en un estado de relax mayor, por lo que no podemos asediarlos con la misma intensidad ni con las mismas cargas. Debemos ir poco a poco para acostumbrarnos de nuevo al ejercicio, ya que de lo contrario lo que podemos conseguir es causarnos una lesión.

  Comenzar poco a poco con sencillos ejercicios es lo que debemos tener en cuenta. Por ello recomendamos durante una semana ejecutar un entrenamiento más suave que nos sirva a modo de aclimatación de nuevo al organismo para así poco a poco recuperar el estado que teníamos antes de irnos de vacaciones. De este modo, entrenando con una intensidad menor, también nos convenceremos a nosotros mismos de la necesidad de retomar los entrenamientos, ya que de lo contrario lo que haremos será dilatar en el tiempo el periodo de retorno, pudiendo estar mucho tiempo sin hacer deporte por pereza.

  El truco para volver con ganas a entrenar es hacer esta actividad como algo atractivo, y para ello es ideal que para tomar de nuevo el contacto con la sala de entrenamientos nos decantemos por actividades que nos gusten, que aunque no sean lo que hacemos habitualmente nos permitan volver a entrar en contacto con la rutina y obligarnos a asistir de un modo más alegre, y así poco a poco volver a realizar los entrenamientos que siempre hemos hecho. Además, estas actividades nos servirán a la hora de volver a activar nuestro cuerpo y conseguir de nuevo el tono necesario para trabajar como de costumbre.

  Es importante que nos convenzamos de que debemos empezar de nuevo la rutina deportiva. Por ello es necesario que antes de volver a entrenar fijemos objetivos, rutinas que vamos a seguir, el tipo de ejercicios que vamos a llevar a cabo… De este modo lo que conseguiremos será acudir a entrenar con un esquema preestablecido que nos hará todo más fácil y nos ayudará a afrontar de nuevo los entrenamientos con una mejor cara y una mayor constancia.

  Un último truco que quizá agrade a los más presumidos….¡aprovecha para renovar algunas piezas de tu vestuario deportivo y así tendrás prisa en ponértelas para acudir a entrenar! ¡La operación bikini ya está casi ahí!.


(Artículo basado en Vitónica.com)



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