En un reciente estudio hecho en Suecia se reveló que aquellos con mejor forma física obtuvieron mejores marcas en los test de inteligencia. En teoría, el ejercicio físico es un factor que afecta de forma importante a la plasticidad cerebral, lo que permite cambios estructurales del cerebro para adaptarse mejor. Es decir, vamos a ver favorecida nuestra concentración, memoria y/o agilidad mental.
Sin embargo, parece que no todo es de color de rosa, y la deseada asociación entre la práctica de actividad física y la inteligencia ha sido puesta a prueba. El tema es que la práctica de actividad física influye en la proliferación y la supervivencia de nuevas células cerebrales, pero cuándo esta práctica se torna a niveles estresantes, la producción de células puede verse reducida y dependiendo de los casos suprimida.
De todas formas, debemos tener en cuenta que no toda actividad física es estresante, por lo que debemos referirnos a los diferentes tipos:
- Actividades vigorosas son las que requieren un esfuerzo físico fuerte y le hacen respirar mucho más fuerte que lo normal (levantar objetos pesados, excavar, ejercicios aeróbicos, o pedalear rápido en bicicleta…)
- Actividades moderadas son aquellas que requieren un esfuerzo físico moderado y le hace respirar algo más fuerte que lo normal (cargar objetos livianos, pedalear en bicicleta a paso regular, jugar dobles de tenis…).
- Caminar( trabajar en casa, caminatas para ir de un sitio a otro, o cualquier otra caminata que hacemos únicamente por recreación, deporte, ejercicio, o placer).
- Estar sentado.
1- Caminar no está asociado con la inteligencia. Lo que puede deberse a que por no ser una práctica habitual entre los jóvenes, no se realiza frecuentemente y normalmente no es muy intenso, por lo que no se han establecido efectos beneficiosos claros entre las dos variables.
2- Se encontraron efectos mezclados en relación con la actividad física vigorosa y la inteligencia. Y es que se estableció una relación entre las dos variables cuando la actividad se realizó por más de 2 semanas. Aunque la asociación no fue muy fuerte.
3- Por otro lado, se estableció una asociación curvilínea bastante fuerte. Lo que viene a decir que aquellos con los niveles más altos de actividad vigorosa se asociaron a niveles más bajos de inteligencia y nivel educativo. Lo que puede deberse, a que este nivel de práctica requiere demasiada energía y requiere mucho esfuerzo, por lo que aquellos que lo practican solo se centran en esto.
De todas maneras, lo que se viene a decir aquí es que niveles más altos de inteligencia se asociaron con incrementos en la práctica de actividad física, pero sin llegar a niveles extremos de intensidad.
En general, debemos tener en cuenta de que esta asociación no es tan simple, por lo que hay que tener en cuenta otros factores, como la edad, el género, el nivel educativo, el bien estar psicológico…Además este campo de estudio es muy joven, por lo que se necesita más información. Por lo que no pongáis la excusa a la hora de practicar ejercicio físico, ya que conocemos de sobra el amplio abanico de efectos saludables para nuestro organismo.
(Extractado de artículo publicado en enbuenaforma.org)
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