Desde hace algunos años, los
profesionales de la actividad física venimos observando una despreocupación, a
la hora de elegir y usar el calzado deportivo adecuado
Hace años, todos los que
practicábamos deporte, podíamos elegir entre pocos tipos de zapatillas
deportivas. Eso era lo que había, y con eso teníamos que conformarnos. Hoy en
día y afortunadamente, podemos elegir el calzado en función del deporte que
vamos a realizar, cada marca tiene varios modelos para un deporte especifico,
con lo que el factor estético, entra en juego, y también podemos elegir un
modelo para Pie Griego (Donde el dedo índice es el más largo del pie) o Pie
Egipcio (donde el dedo gordo es el más largo del pie. Este es el más común),
así, un pie griego puede usar una zapatilla para pie egipcio, pero no al revés.
Pie Pronador (pie con predisposición a exagerar el movimiento de inclinación
hacia dentro de los tobillos) o Pie Supinador ( tobillo que presenta respecto a
la pierna, una posición arqueada hacia afuera). Debemos tener en cuenta si
nuestro pie es Cavo (puede provocarnos fascitis (irritación del tejido de la
planta del pie) y tendinitis (inflamación del tendón ) en el tendón de Aquiles
) V algo (mucha flexibilidad hace que sufra el músculo tibial anterior). En
definitiva, que tenemos una amplia gama donde elegir.
Entrando un poco en materia
técnica, cuando se hace ejercicio, las cargas mecánicas que se originan, van a
incidir directamente sobre el pie, y si la intensidad del ejercicio es muy
alta, estás cargas pueden llegar a originar lesiones en el aparato locomotor
(estructuras óseas, ligamentosas, tendinosas y musculares). Es entonces cuando
el material deportivo, en concreto el calzado, debe evitar que estás lesiones
se produzcan, ya que si llevamos un calzado ajustado a nuestras necesidades y
características personales, nos protegeremos de estos riesgos.
Como decíamos antes, atrás
quedaron esos días en los que existían tres modelos tipo "ladrillo"
para elegir, ahora los medios técnicos y la investigación, ha llevado a las
marcas deportivas, a desarrollar maravillas tecnológicas para proporcionarnos,
mayor seguridad, mayor comodidad y mayores prestaciones. Elementos como el
colchón de aire, la cámara de aire, el sistema torsión, el sistema traxion o el
sistema hexalite y los materiales viscoelásticos son desarrollados por la
tecnología para ayudarnos en nuestros requerimientos deportivos.
CRITERIO PARA LA ELECCIÓN
DEL CALZADO APROPIADO
Primero, aclarar para no
asustar a nadie, que no son necesarias zapatillas de 150 € para hacer deporte,
pero por desgracia, suelen ir parejas, la calidad y el precio, pero se pueden
encontrar zapatillas por menos de 60 € que sean correctas soluciones, y un dato
importante, si usamos las zapatillas de deporte para pasear, pensad que pasaría
si usásemos las ruedas de un turismo para ir por el campo, que no son
apropiadas, y a pesar de poder circular, acabaríamos rompiéndolas, y así y todo
hay que pensar que las zapatillas adecuadas y buenas que nos compramos el año
pasado, es probable que tengan la suela tan desgastada que sean tan peligrosas
como una zapatilla inadecuada.
1º ELECCIÓN DEL DEPORTE : Como
ya hemos dicho, hay zapatillas especificas para cada deporte o actividad
física, así que compra la zapatilla que más se ajuste a lo que haces. Sobre
todo, el tipo de suelo que vas a pisar con las zapatillas. También existen
zapatillas denominadas "Training", que son zapatillas mixtas, que
tienen un uso todo terreno, valen para todo aunque es mejor no jugar al fútbol
con ellas. Ojo a las zapatillas denominadas " Casual " o de
Tiempo Libre, estas zapatillas (que además suelen ser bastante caras) o calzado
de " estilo deportivo " que son utilizadas para la vida
diaria no deportiva, responde más a la moda que a las necesidades deportivas,
son las menos indicadas para hacer deporte. Cómodas y gruesas, están pensadas
para ir de paseo, pero no para hacer deporte. Si se usan para eso, son más
peligrosas que llevar zapatos, porque no le vamos a pedir a unos zapatos, que
tengan el agarre, la sujeción, la flexibilidad o la amortiguación de una
zapatilla, con lo que no esperamos esas características de ellos, pero podemos
pensar que estas zapatillas (Casual o Tiempo Libre), sí tienen estas características,
pero no es así, nos las ponemos, nos vamos a practicar algún deporte o
simplemente a correr con ellas y a partir de ahí, pueden comenzar muchos y
graves problemas.
2º ELECCIÓN DE TIPO: Los
pies, son todos diferentes, unos tienen pie pronador (más frecuente, debe tener
los contrafuertes más rígidos y prolongados hacia adelante por el borde
interno, y el uso de cuñas supinadoras como medida extrema), otros supinador
(no necesitan medidas de refuerzo, pero al ser el pie más rígido, necesitará mayor
amortiguación, ya que es un pie peor adaptado), otros pie plano, otros pie
cavo, etc. Además, el que va a llevar la zapatilla, puede ser hombre, mujer
(pensar en su mayor movilidad articular, mayor elasticidad así como unos pies
más estrechos y pequeños), niño (que están creciendo y habrá que dejar algo más
de espacio para evitar compresiones), puede medir o pesar cualquier cosa, y son
datos a tener en cuenta. Muchas marcas, ofrecen zapatillas especificas para un
deporte concreto y para una configuración de pie especifica, por ejemplo, en la
carrera continua, el talón soporta tres veces el peso del cuerpo en cada apoyo,
de manera que un calzado con amortiguación, será el tipo ideal, hay que prestar
especial importancia a la amortiguación, sobre todo si existe sobrepeso en el
practicante o cuando los suelos sobre los que se va a practicar son duros, como
el asfalto o el cemento. Algunas marcas deportivas utilizan las cámaras de aire
o de gel así como materiales viscoelásticos que proporcionan una amortiguación
extra, pero tampoco hay que pasarse con esto, ya que si estamos demasiado
amortiguados, no tendremos una sensación y percepción buena de por donde
pisamos, y puede ser peor el remedio a la enfermedad. En general, intentad usar
el sentido común (que como algunos adolescentes demuestran, es el menos común
de los sentidos). La suela es muy importante, ya que en terrenos naturales
elegiremos suelas con surcos profundos que permitan que la materia ( esperemos
que sea tierra) que pisemos pueda evacuarse correctamente ( si hemos
pisado algo desagradable aunque suene a broma, hay que intentar no raspar la
zapatilla por el suelo como posesos, ya que al hacer fuerza extra sobre una
parte pequeña, podemos dañar la zapatilla. El agua es la mejor solución), en
asfalto, madera o materiales sintéticos , los surcos pueden ser menos
profundos, y en campos de hierba o similar, los tacos (de goma o aluminio) son
lo más recomendable. Así pues, hay que acudir a un médico para que determine
que pie tenemos (algunos profesionales, pueden determinarlo en las mismas
tiendas), y en función de eso elegir.
3º PRECIO DE LA ZAPATILLA: Hay
que contar con un presupuesto, aunque a la hora de elegir, es mejor gastarse
más dinero en las zapatillas, que en el resto del atuendo (que no es que no sea
importante, pero es secundario), a partir de 80 € podemos encontrar calzado de
ultima generación y alta calidad, pero por unos 45 € aproximadamente se pueden
comprar zapatillas que cumplan con los requisitos mínimos.
4º LA ESTÉTICA: Evidentemente,
esto depende del gusto de cada cual. Y la caña (altura en el talón) depende del
tipo de deporte y estado del tobillo. La caña alta, es fundamentalmente
exclusiva para la practica del baloncesto, protege de los esguinces, pero a
cambio limita la movilidad del tobillo e incide negativamente sobre el
rendimiento.
5º FINALMENTE LA HORA DE LA
VERDAD: Una vez con los cinco o seis pares que tenemos (que nos gustan,
podemos pagarlos, son adecuados para nuestro deporte y específicos para nuestro
pie) comprobaremos que el interior, sea suave y carezca de costuras que nos
puedan provocar abrasiones o rozaduras. La base donde va el talón, debe ser
suficientemente amplia y con amortiguación para el impacto. La suela, que debe
ser lo bastante blanda como para que agarre y lo bastante dura, como para que
no vayamos dejando "zapatilla" en las pistas. Hay que tener en cuenta
que el calzado que se usa en una practica deportiva concreta, nos se debería
usar para ir por la calle.
Nos las probaremos con el
tipo de calcetín que habitualmente usamos para hacer deporte, preferiblemente
por la tarde o bien después de una caminata de 20 minutos, ya que el pie estará
lo suficientemente dilatado por todo el trajín diario, y estaremos andando por
la tienda con él al menos 5 minutos y por supuesto con las dos zapatillas
puestas, o es que a caso ¿vamos a practicar el deporte elegido a la pata coja?,
probarnos media talla más de la nuestra para comprobar comodidad y comprobar
que el talón esté bien calzado, que el dedo gordo no se monta en los demás y
que estos se pueden mover (más o menos un centímetro entre el dedo gordo y la
puntera), lo ideal, es un cuarto de talla más de la que usamos normalmente. La
talla es fundamental, es el calzado el que debe adaptarse a la forma del pie y
no al contrario, además añadir a esto, que el uso de unos calcetines sin
costura (desgraciadamente más caros ) evitará abrasiones y rozaduras
en la actividad física.
Una vez comprobado todo
y satisfechas todas nuestras exigencias, tendremos el calzado apropiado para
nosotros, pero tened en cuenta que si os lo abrocháis mal, todas estas
precauciones no valen absolutamente para nada y además os podéis hacer daño.
Este abrochamiento, debe quedar situado sobre el empeine, para evitar que el
aumento del volumen del pie con el ejercicio, lesione los tendones
superficiales de la zona, además debe ser firme, pero no impedir la correcta
circulación sanguínea.
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