(Continuación...)
La lactasa esta presente en el intestino de forma natural, pero en ocasiones desaparece con el tiempo (también puede darse casos de ausencia de esta enzima de nacimiento, poco frecuentes).
La lactasa esta presente en el intestino de forma natural, pero en ocasiones desaparece con el tiempo (también puede darse casos de ausencia de esta enzima de nacimiento, poco frecuentes).
Esta desaparición o disminución con la edad de la lactasa se da sobre todo en personas originarias de lugares del mundo donde tradicionalmente no se ha consumido leche por parte de los adultos, Asia, África, etc sin embargo en individuos de origen europeo y sobre todo norte europeo la lactasa se conserva durante toda la vida, pudiendo consumir lácteos sin ningún problema.
En España el porcentaje de individuos deficitarios en lactasa se considera bajo, alrededor del 15% de la población.
En los últimos años han aparecido en el mercado diversos tipos de productos lácteos denominados “sin lactosa” destinados a personas que quieren evitar este disacárido. Pero, ¿significa esto que no tengan hidratos de carbono? En general la respuesta es NO. La causa es que para eliminar la lactosa lo que se hace generalmente es añadir lactasa al producto, por tanto no tiene lactosa pero si sus dos componentes básicos, la glucosa y la galactosa cuya velocidad de absorción es incluso mayor que la propia lactosa.
De hecho la mayoría de leches “sin lactosa” del mercado contienen la misma cantidad de hidratos (5-6%) que la leche normal.
Solamente algunas marcas de lácteos ( por ejemplo “kaiku”) eliminan parte de la lactosa por filtración molecular y el resto lo tratan con lactasa, llegando a un contenido final de azucares realmente bajo, de alrededor del 2 – 3% (un café cortado con 50 ml de esa leche contendría 1 gramo de hidrato.
Dicho esto, habría que tener en cuenta que el contenido de hidratos de la leche en realidad no es demasiado elevado (el zumo de naranja natural tiene el doble de azucares por ejemplo) y ademas la leche obtiene unos valores de indice glucémico bajos, de alrededor del 15-20 , es decir que sus hidratos no son rápidamente absorbidos.
Por lo tanto como conclusión, podríamos decir que una cantidad limitada de leche y derivados lácteos (con el yogur se podría hacer la misma reflexión que con la leche y el queso prácticamente presenta ausencia de hidratos) sería admisible en una dieta hipocarbonada/hiperproteica, y más teniendo en cuenta las costumbres alimentarias de nuestro entorno y los aportes de proteínas completas y nutrientes como el calcio y vitaminas que proporcionan.
(Artículo redactado por JOSE ANTONIO MARTIN PEREZ, licenciado en Ciencia y Tenología de los alimentos, responsable de dpto. de formación ELIKASATEN -formación y consultoría en el área alimentaria)
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