miércoles, 30 de octubre de 2013

Consecuencias negativas de un consumo excesivo de proteínas

Cada vez somos más los que utilizamos complementos alimenticios para mejorar el rendimiento en la práctica deportiva. Concretamente los complementos ricos en proteínas son la estrella en los gimnasios, pero su abuso puede ser muy perjudicial para nuestra salud.
Las proteínas son necesarias para el crecimiento muscular, y es que son las causantes de la formación de nuevas fibras. Las encontramos habitualmente en los alimentos que consumimos a diario, aunque en fases de aumento muscular muchos de nosotros echamos mano de preparados que contienen proteínas. Estos productos los debemos consumir con moderación, pues un abuso nos puede traer graves consecuencias.

El exceso de proteínas es la causa de numerosas enfermedades como trastornos cardiovasculares. Esto es debido a que la mayoría de las proteínas, concretamente las de origen animal van acompañadas de grasas saturadas que ayudarán a aumentar nuestro colesterol y con ello a obstruir nuestras arterias. Además es una forma de empeorar la circulación sanguínea y con ello el riego de nuestro cuerpo.

La obesidad es otro de los efectos derivados de la ingesta excesiva de complementos proteicos, y es que esta grasa que la suele acompañar es la causante de un mal funcionamiento orgánico en lo que a asimilación de las grasas se refiere.

Un consumo continuado de proteínas puede producir una sobrecarga en el organismo. Los riñones y el hígado se pueden ver afectados, pues son los encargados de eliminar las sustancias de desecho que generan las proteínas como son el amoniaco, la urea y el ácido úrico. Además, la proteína animal ayuda a la formación de cálculos renales, pues con ella se elimina mucho calcio que se depura a través de los riñones y se queda acumulado formando piedras.

Esto es precisamente lo que genera que las personas que tienen una dieta rica en proteínas tengan en ocasiones problemas de asimilación de calcio, y es
que la proteína aumenta los niveles de fósforo que es uno de los principales causantes de la mala asimilación cálcica. A esto le debemos sumar que la proteína libera amoniacos que nos pueden provocar cansancio y cefaleas, y en ocasiones hasta nauseas.

Para evitar esta pérdida de minerales es importante que consumamos muchas frutas que equilibren el ph de nuestro cuerpo evitando la desmineralización, pues ellas nos aportan las sustancias alcalinas básicas que nuestro cuerpo necesita para poder funcionar correctamente.

Es importante que mantengamos un equilibrio en la ingesta de proteínas, pues muchas veces echamos mano de los complementos cuando ya estamos siguiendo una dieta rica en este nutriente. Si esto es así, es suficiente con la dieta para mantener los niveles que necesitamos para conseguir un buen desarrollo muscular.


(Artículo obtenido de Vitonica)



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