miércoles, 20 de marzo de 2013

¿Cómo escoger las zapatillas para correr?

  Utilizar zapatillas inapropiadas puede pasarnos factura y provocar graves consecuencias para el corredor, como ampollas, quistes sinoviales, dolor, torceduras e incluso esguinces.

¿Qué hay que tener en cuenta para elegir las zapatillas para correr?

  Debes comprar las zapatillas para correr en una tienda especializada. Los dependientes están bien informados y podrán asesorarte según tus características anatómicas y tus necesidades particulares.

  Si ya tienes unas zapatillas viejas puedes llevarlas a la tienda y observándolas los expertos pueden saber cuál es tu manera de correr.
  Un buen experto observará la forma de tus pies y tendrá en cuenta algunas características como tu peso, qué superficie utilizas para correr y cuántos kilómetros realizas a la semana. Con estas premisas el dependiente podrá aconsejarte  el modelo en cuanto a estabilidad, amortiguación, flexibilidad y peso de la zapatilla, teniendo en cuenta que a mayor grado de protección, mayor peso. El especialista debe prestar atención al tipo de pisada, es decir, si eres pronador, neutros o supinador.

  La prueba de la cinta de correr sólo es útil si vas a correr por terrenos lisos o en una cinta vertical. No tiene utilidad alguna si vas a correr por caminos ya que la superficie es irregular y se corre de manera diferente.

  El dependiente siempre debe ofrecerte varios modelos y distintas marcas. No dudes en probarte un modelo y otro hasta que te encuentres el que te resulte más cómodo.

  Si la zapatilla te recoge perfectamente el talón y el empeine no debes notar que te aprieta. 
 Las zapatillas para correr sólo pueden amortiguar los impactos y corregir la sobrepronación (inclinación exagerada del pie hacia adentro).

  Las zapatillas para correr no deben quedar ni muy justas ni demasiado holgadas, debe de sobrar medio centímetro entre el dedo más largo y la puntera.  Si la punta de la zapatilla queda demasiado estrecha, los dedos estarán comprimidos  dando lugar a problemas de uñas, falta de estabilidad e impulsión, recalentamiento. Si  por el contrario, la puntera está demasiado holguera, pueden aparecer ampollas.

  Cuando vayas a comprar las zapatillas, es mejor comprarlas por la tarde o después de entrenar ya que con los pies descansados puedes llegar a tener una talla menos y sobre todo nunca acudas con prisa a una tienda especialista  ya que debes disponer de tiempo suficiente para hacer una buena elección.

  No olvides que todas las zapatillas se fabrican en serie y a veces los pies no se ajustan  a las medidas estandarizadas.  Por ello debes tener paciencia y aunque tengas los pies muy anchos o un puente muy pronunciado siempre habrá unas zapatillas a tu medida. 

  Camina con ellas por la tienda para intentar notar su amortiguación, estabilidad, flexibilidad y ligereza, y percibir si te sientes cómodo y si las zapatillas tienen alguna pieza o defecto que nos pueda molestar.

  El calzado siempre hay que probárselo en los dos pies, porque siempre hay uno más grande que otro. Si tus pies son desiguales, debes guiarte siempre por la medida del pie más grande y si la zapatilla del otro pie no queda ajustada siempre se puede recurrir al uso de plantillas o un calcetín más grueso.

  Nunca te dejes influir por la marca de las zapatillas ni el diseño ya que sólo debes escoger las que mejor se adapten a tus necesidades.

  Escoge el tipo de atadura que más adecuada. Según la altura del empeine nos irá mejor un tipo de atadura u otra: en escalera, cruzados por fuera, cruzados por dentro, saltándonos algunos ojetes, de manera que las zapatillas para correr nos sujeten el pie adecuadamente, sin causarnos presiones indebidas.

(Artículo basado en el publicado en hsnblog)




CÔRPORE 
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